Pros y contras: expandir un negocio a internacional

Con las tasas de saturación de Internet en constante aumento en todo el mundo, las empresas grandes y pequeñas tienen la tentación de expandir un negocio internacionalmente. En cierto modo, el mero hecho de estar en línea crea una presencia global. Sin embargo, si se quiere establecer relaciones con la gente, puede ser necesario estar presente en las comunidades locales de todo el mundo.

Expandirse puede ser lo correcto. También puede no tener mucho sentido centrarse en la expansión para determinadas empresas. Estos son los puntos clave que hay que tener en cuenta a la hora de analizar los pros y los contras de la expansión de un negocio a nivel internacional.

1. Es una forma de ampliar sus horizontes.

Cuando las empresas están en varios países del mundo, se fortalecen con las diferentes culturas a las que están expuestas a diario. Todos tenemos algo que enseñar a los demás si estamos dispuestos a escuchar. La empresa internacional tiene una ventaja natural porque las diferencias de cada cultura la hacen más fuerte a la vez que exponen sus productos o servicios a más personas en general.

2. La visibilidad de la marca de la empresa aumentará.

Cuando el mercado de una empresa es capaz de expandirse, la visibilidad de su marca se expande junto con ella. Por lo tanto, una mayor presencia internacional también facilitará en el futuro la continuación de las oportunidades de expansión debido al mayor reconocimiento de la marca. Esto ayuda a una empresa a ser capaz de reclutar localmente, negociar mejores acuerdos con los distribuidores y crear contactos con los medios de comunicación que ayudarán a continuar con el impulso de la comercialización.

3. El idioma puede convertirse en una tremenda barrera.

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Si una empresa entra en un nuevo mercado, especialmente en un nuevo negocio, el idioma local puede convertirse en una barrera para el éxito. Esta barrera se está reduciendo poco a poco con aplicaciones y software que traducen las palabras a un idioma factible, pero esta tecnología es todavía muy imperfecta. Lo que el propietario de una pequeña empresa puede pensar que es un cumplido puede ser en realidad un insulto grave.

4. Las fluctuaciones monetarias pueden eliminar por completo los beneficios.

Con el dólar fortalecido frente al euro a niveles casi históricos, los beneficios previstos desaparecen de repente en función de las fluctuaciones de valor de las monedas internacionales. No hablar del peso que tiene un valor menor. También puede haber comisiones en los cambios de divisas, especialmente a través de las transacciones con tarjetas de crédito, que merman aún más los márgenes de beneficio. Cuando la unidad monetaria de origen cotiza a la baja, en realidad es mejor para los negocios, y eso no siempre es mejor para el consumidor.

5. No tienes que hacer todo el trabajo tu mismo.

En lugar de poner tus propias botas en el terreno, teniendo conocimiento en el ámbito, como maestria en vias terrestres o maestría en importaciones puedes tener el conocimiento suficiente. Es posible expandirse internacionalmente trayendo agentes y distribuidores que puedan hacer el trabajo por ti. Algunas empresas se asocian con compañías locales para ayudar a equilibrar sus riesgos, como una empresa conjunta o una franquicia. Incluso es posible fabricar productos a través de una filial internacional para limitar aún más el riesgo.

6. Las empresas internacionales van a tener problemas de plazos.

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La entrega del producto es un reto constante para la empresa internacional. Es un procedimiento habitual que los nuevos artículos fabricados a nivel internacional tarden más de 60 días en ser enviados a la ubicación preferida. Hay que tener en cuenta las garantías de pago, las consideraciones arancelarias y otros costes. Los productos también van a tener que pasar por los controles aduaneros. Si hay un fallo en el proceso de envío, pueden pasar 6 meses o más para que un producto llegue al mercado.