Tomar clases en casa tiene sus ventajas: es un entorno cómodo y sin presiones. Sin embargo, hay algunas razones por las que puede ser difícil estudiar en casa; con tantas distracciones, es fácil procrastinar y, cuando se empieza, es fácil desviarse del camino.
En casa, la procrastinación y las distracciones pueden impedirte hacer lo que tienes que hacer durante clases. Ver la televisión, echar una siesta, navegar por las redes sociales u otras actividades (¡incluso limpiar la habitación!), son grandes asesinos de la productividad que te alejan de tu objetivo de estudiar o completar esa tarea.
Afortunadamente, hay algunos trucos que te pueden ayudar a ser más productivo:
1. Intenta estudiar activamente
El estudio activo es tan simple como hacer preguntas antes, durante y después del tiempo de estudio. Esto no sólo ayuda a orientar tu sesión de estudio, sino que también te ayuda a mantener el rumbo y a reflexionar sobre cómo mejorar para tu próxima sesión de estudio.
Preguntas que debes hacerte antes de estudiar
- ¿Qué voy a aprender?
- ¿Qué sé ya sobre este tema?
- Preguntas que debes hacerte mientras estudias
- ¿Cómo encaja esta información en un panorama más amplio?
- ¿Entiendo lo que acabo de leer?
Preguntas que debes hacerte después de estudiar:
- ¿Qué puedo sacar de esta sesión de estudio?
- ¿Qué necesito repasar o aprender la próxima vez?
2. Dormir bien por la noche
Los estudiantes de todas las edades deberían dormir al menos ocho horas cada noche de clase. Es la mejor manera de asegurarse de que el cerebro esté fresco y listo para procesar toda la información aprendida durante el día. Puede ser tentador quedarse despierto hasta tarde para empollar, pero es más beneficioso descansar lo suficiente.
Dormir toda la noche es especialmente importante la noche antes de un examen: dormir bien te hace estar más alerta y mejora la memoria para el material del examen, lo que conduce a mejores resultados.
3. Ten un área de estudio designada
Ya sea la mesa de la cocina o el escritorio de tu dormitorio, crea un área para estudiar que sea una zona de estudio designada para tomar tus clases. Intenta reservar tu cama para dormir y evita estudiar en ella (¡puede ser demasiado fácil echarse una siesta!). Y lo más importante, mantén tu espacio de estudio limpio y organizado para que puedas dedicar más tiempo al estudio (y menos a intentar encontrar un bolígrafo que funcione).
4. Come bien
No te olvides de comer. Tu cuerpo (y tu cerebro) necesita combustible para mantenerse en plena forma. Además, es difícil concentrarse cuando el estómago ruge. Hay carreras como licenciatura en ciencias de la comunicación que son muy demandantes de tu tiempo y de tu actividad física. Toma tentempiés saludables mientras estudias, pero asegúrate de prepararlos con antelación para no pasar demasiado tiempo alejado de tu trabajo. ¡Más tiempo fuera significa más oportunidades de distraerse!
5. Quita las tareas del camino
Ocúpate de las tareas diarias antes de empezar tu sesión de estudio para evitar interrupciones o que te distraigas con una lista de tareas pendientes. Quitar las tareas del camino hace que sea mucho más fácil concentrarse en la tarea en cuestión. Además, puedes estar deseando relajarte cuando termine tu tiempo de estudio en lugar de temer las tareas que hay que completar.
6. Utiliza un temporizador
Utiliza un temporizador para controlar el tiempo y asegurarte de que te ciñes al horario que has creado. Poner un cronómetro te ayuda a concentrarte en la tarea que tienes entre manos, a comprometerte a trabajar hasta que suene el cronómetro y a mantenerte en el camino para cubrir todo el material que necesitas. Por encima de todo, ayuda a que tu tiempo de descanso sea efectivo y no te sientas culpable (¡porque te lo has ganado!).